Soneto 121. DONDE DUELE EL CORAZÓN
Allí donde ya no quedan tropeles
ni arrebatos de justa rebeldía;
allí, donde muere la luz del día,
... allí se hacen fortunas de aranceles.
Allí donde se desgranan las pieles
en quebrantos de mustia cobardía;
allí, donde duerme la felonía,
... allí se esparcen todos los papeles.
Pero aquí, donde aún duele el corazón,
no dejamos pasar al miserable
ni será bienvenida la sinrazón.
Porque aquí, el amor es respetable,
... aquí no hay hueco para la traición
y es sólo bienvenida gente afable.
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