Soneto 39. JARDÍN ESCORADO
La luz que ilumina el jardín escorado
por las flores silvestres de la bahía
es clave de bóveda y alegría
en la paz que alberga el bosque animado.
En un mestizaje de campo sagrado,
el amor medita con gran maestría
y el alma de cada pétalo espía
al rayo de sol que se ha adelantado.
En cada paisaje se oye un cántico.
Desinteresada solidaridad
que se nutre de energía y cuántico.
En el otro campo, el semántico,
sólo hay espacio para la honestidad
y un beso que se besa romántico.
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