Soneto 48. PABLO Y ROSS...
En esta conversación que hoy entablo,
la joven Ross quiere charlar conmigo
y me hace un comentario de su amigo.
De cada tres palabras,... una es "Pablo".
En la bondad de este primer retablo,
- y en retahíla de sol y de trigo -,
apenas ni una palabra yo le digo
cuando otra vez, nombra de nuevo a Pablo.
El verdadero amor nunca se oculta
cuando los que hablan son ojos sinceros
y, "a pesar de...", fácilmente se indulta.
Yo también soñé con el alma culta
y contigo quiero sembrar senderos.
¡Al amor, si es AMOR, no se le insulta!.
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