Soneto 54. AL FILO DE LO IMPOSIBLE
Si te acompaña esa dulce sonrisa,
se incrementa el nivel de tu alegría
y tu mirar se esquilma, cada día,
en un fotograma de quieta risa.
Si en arrebato de "selfie", sin prisa,
vuelve ese amor que tanto te quería,
has de apresar la libre rebeldía
para viajar de cornisa en cornisa.
Te bastaría rodar como rueda
para saber lo que es vivir la vida
siendo tan frágil como hilo de seda.
Al filo de lo imposible nos queda
la protección del alma más querida
y enamorarnos siempre que se pueda.
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