Soneto 26. CANTOS DE SIRENA
Cuando el ocaso se esconda en la tarde
y no llegues a comprender siquiera
que fuiste fidelidad pasajera.
Cuando estés triste, y opaco, y cobarde.
Cuando no tengas armas, sino alarde.
Cuando tus ramas, en la primavera,
caigan sobre el suelo y seas cualquiera.
Cuando el firmamento, en otra tarde,
te deje llorar lágrimas sin pena.
Cuando el viento resbale en tus hojas
y olvides que tu alma ya no suena.
Cuando camines por la mar serena
y sea yo el camino que escojas,...
... entonces se oirán cantos de sirena.
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