Soneto 106. MI ÚLTIMO PASAJERO
Hay quien dice estar curado de espanto
y que tiene hastío de hacer balance.
Afirma que viene de un largo trance
y que perdió su risa con el llanto.
Hay quien piensa que, en eso, me adelanto
al no dejar que prospere o avance.
Afirma que el dolor no está a mi alcance
porque yo, a veces, bailo, río y canto.
En la frontera del amor tuitero
y en la marabunta de las redes
descodifico mi despeñadero.
En la barcaza del desfiladero
he gritado que vengas - y te quedes -,
...y que seas mi último pasajero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario