Soneto 44. DULCE PASIÓN
Tu voz penetra mi alma con deseo,
como aroma del aire que suspira.
Tu olor cala en el sentir que poseo
como sorbo de una copa que expira.
Tu pudor son colores que no veo,
como arcoíris de versos y liras.
Tu sueño me abraza en cada paseo,
como una mirada de ojos sin ira.
Cada día corro a verte, - impaciente,
improvisando, original, creativo,... -,
para ser tu otro corazón que siente
el palpitar de tu rostro emotivo,
que en todos mis sentidos se resiente.
¡Dulce pasión,... que ya,... sin ti,... no vivo!.
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