Soneto 49. LIBROS
Me he dado cuenta que, a partir de ahora,
tenemos que aprender de nuevo a aprender.
Todo lo viejo no se va a desprender
en la nueva cantinela que escora
al pasado aprendido en otra hora
que no siempre hemos logrado comprender.
Hay quien siempre se apresura por vender
o por venderse , y todo lo devora.
Otro libro muere y otro libro asoma.
Un otoño escurridizo reposa
sobre libros ahogados en carcoma.
El lomo de otro libro se desloma.
Una rama de olivo, viva y hermosa,
brilla sobre el pico de una paloma.
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