Soneto 31. EMPIEZA A MIRARME CON OTROS OJOS
Empieza a mirarme con otros ojos,
- con miradas y emociones distintas -,
y podrás agotar todas tu tintas
en un mural de amor sin desalojos.
Reinicia mi eternidad sin enojos,
- como un cuadro donde nunca me pintas -,
y acógeme en las ciudades extintas
que son escombros de tiempo y despojos.
Cada beso mojado en labios dulces
es como miel melosa de jarales
y bocas con roturas de altramuces.
Sólo tú serás quien mejor endulces
estos lascivos besos de frutales
con los que, a conciencia, tú me seduces.
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