Soneto 14. NÉCTAR DE LÁGRIMAS
¿Quién me ha pintado en esta blanca cara
un néctar de lágrimas sin aplomo
y un desconsuelo triste en cada pomo
que a cada pupila sin luz separa?.
Cada lustro de abandono se para
en un corazón que no tiene asomo
y, en mi propio dolor, yo mismo me como
el estruendo que ya nada depara.
En esta suerte de vida tarada,
hay una guerra de móviles sordos
que nunca me han devuelto la llamada.
En un trance de mi salud cansada,
vomito el frío de todos los fiordos
y me resisto al sol de tu mirada.
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