Soneto 11. IGUAL QUE TE HE ESPERADO CADA DÍA
Hay desenfreno en esos arrabales
que suscitan cultura anquilosada
y frío de hipotermia consternada
en tierra dura o grandes peñascales.
De madrugada, cuando entras o sales,
mi cardiopatía está dilatada
y bebo sed de amor exasperada
en todos los ríos y sus caudales.
Si al fin se degrada mi ideología
podrás usarme como precedente
con tu boca llena de rebeldía.
Cuando muera y esté sin morfología,
podré esperarte como antecedente
igual que te he esperado cada día.
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